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[Los kimonos japoneses]

Hoy en día, cada vez hay menos oportunidades de llevar kimonos, hay menos demanda y, por desgracia, hemos oído que en nuestra época hay colores que ya no se pueden reproducir y patrones que ya no se pueden hacer. Por ejemplo, debido a las manchas en la tela de los kimonos viejos, es difícil reciclarlos para hacer nuevas prendas con ellos, pero al mismo tiempo no hay lugar para guardarlos en casa. De este modo, cada año, innumerables kimonos que son fruto de la artesanía pierden su lugar de actividad.

Hasta aproximadamente 1955, muchas personas llevaban kimonos a diario y los lavaban en casa (el kimono se desenredaba, se lavaba, se pegaba y se estiraba sobre tiras de bambú o camillas para que se secara, y luego se volvía a coser para hacer el kimono). De este modo, la seda recuperaba su brillo original y, según el patrón y la forma en que se tejía, el tejido podía invertirse de delante a atrás o de izquierda a derecha, o incluso llevarse al revés, de modo que el kimono producido con estas telas podía llevarse con cuidado y durante mucho tiempo. Además, cuando el estampado ya no se ajustaba a la edad de quien lo llevaba, era posible quitarlo y volver a teñirlo a su gusto, o cambiar el forro visible de las mangas o el dobladillo.

Yo misma colecciono estos kimonos antiguos, que desenredo y redimensiono o rehago, y mientras los desenredaba me di cuenta de que los yukata utilizados para la práctica de la danza tradicional japonesa tenían refuerzos de hilo en los laterales para evitar que se desgarraran, nombres cosidos en katakana con bordados sencillos, y que los kimonos que llevaba un niño travieso tenían un dobladillo reforzado. Se puede sentir el amor de la familia en el kimono, con trozos de refuerzo cosidos en el dobladillo. Una clienta que visitó el otro día nuestra sala de exposición de Ginza nos contó que había cosido una funda de edredón a partir de un kimono de seda que ya no usaba y que sus nietos estaban encantados cuando dormían en él.

Antiguamente, los viejos kimonos se convertían en kimonos para niños, luego en artículos de uso cotidiano como cojines, fundas para kotatsu, cordones para getas (zuecos japoneses de madera) y trapos, y finalmente se quemaban.

Hoy en día, es fácil comprar kimonos de alta calidad en los mercados de antigüedades y en las exposiciones de kimonos antiguos. ¿Por qué no incorporar estos kimonos, llenos no sólo de artesanía, sino también de sabiduría e ingenio para un uso sostenible, a su ropa y estilo de vida cotidianos?

Showroom de Ginza
https://www.shokunin.com/es/showroom/ginza.html

Referencias 
https://www.atpress.ne.jp/news/311730
https://www.asahi.com/articles/ASQ1V7JK2Q1FPLZB00M.html
http://blog.livedoor.jp/qmanews/archives/52275737.html
http://seikasya.town.seika.kyoto.jp/mingu/textbook/washing
https://www.muji.net/lab/clothes/110413.html