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[La pastelería japonesa tradicional]

Los "jo-namagashi", de temporada y bellamente coloreados, forman parte de la repostería tradicional japonesa, con la particularidad de que cada uno de ellos tiene un nombre y están hechos a mano por artesanos. Estos pastelitos, que se exponen como preciosos tesoros en los escaparates de las pastelerías tradicionales japonesas, deleitan la vista con la diversidad de sus formas y diseños, y contribuyen a enriquecer la pausa del té. Los jou-nama-gashi, también conocidos como "nerikiri", son pasteles conocidos como "kacho-fugetsu" (flor, pájaro, viento y luna) -expresan el cambio de las estaciones y los magníficos paisajes naturales de Japón- y se desarrollaron a partir del periodo Edo (1603-1868).

La historia de la repostería japonesa se remonta al periodo Jomon, cuando se comían bayas y frutas silvestres como tentempié, y se cree que la forma original de repostería se originó utilizando harina de nueces. Durante el periodo Yayoi se empezaron a elaborar pasteles de arroz y albóndigas, y finalmente, durante el periodo Heian (794-1185), aparecieron pasteles con nombres de moda como "Tsubaki mochi" y "Aosashi" en el Cuento de Genji. Los pasteles del periodo Heian se elaboraban principalmente como ofrendas a la corte imperial.

Durante el periodo Muromachi (1336-1573), el "chanoyu", o ceremonia del té tal y como la conocemos hoy, se popularizó principalmente en la sociedad samurái. Más tarde, cuando Sen no Rikyu, activo desde el periodo de los Estados Combatientes hasta el periodo Azuchi-Momoyama, estableció un estilo de ceremonia del té llamado "wabicha", se desarrollaron los pasteles de la ceremonia del té. Los registros muestran que los pasteles de este periodo tenían un sabor diferente a los modernos, como las algas, las castañas asadas, las patatas pequeñas, los caquis y el senri-mochi, pero el uso generalizado del azúcar supuso un gran cambio.

Hacia mediados del periodo Edo, el octavo shogun, Tokugawa Yoshimune, fomentó la producción azucarera, lo que condujo a un espectacular aumento de la autosuficiencia nacional en azúcar. Las pastelerías de Kioto y los jou-nama-gashi de Edo desarrollaron sus modelos gracias a la competencia que existía entre las dos ciudades. Las ciudades y pueblos pasteleros de todo el país también desarrollaron sus propios pasteles regionales de estilo japonés (wagashi), y muchos de los wagashi que se consumen hoy en día se dieron a conocer al mundo durante el periodo Edo. Los wagashi de este periodo estaban bellamente diseñados gracias al delicado sentido de la belleza de los japoneses, como demuestran muestrarios de repostería como Onmushigashizu.

Los wagashi con motivos de flores, pájaros, viento y luna o escenas de cuentos parecen contener muchas historias y escenas, a pesar de ser tan pequeños y caber en la palma de la mano. Disfrútelos con sus asssiettes favoritos, dependiendo de la imagen que le den el diseño y la marca del pastelito.

Pequeño plato de Appi Urushi Studio
https://www.shokunin.com/es/appi/plate.html
Tenedorcitos de Azmaya
https://www.shokunin.com/es/azmaya/himefork.html
Palito de Miyamoto Shoko
https://www.shokunin.com/es/miyamoto/wayouji.html
Bandeja tejida con madera de Akebia de Yama No Katachi
https://www.shokunin.com/es/yamanokatachi/akebi.html

Referencias
https://www.maff.go.jp/j/keikaku/syokubunka/culture/wagohan/articles/2302/spe14_01.html
https://ja.wikipedia.org/wiki/%E5%92%8C%E8%8F%93%E5%AD%90
http://www.wagashi.or.jp/monogatari/shiru/rekishi/
https://www.omotesenke.jp/chanoyu/7_8_1a.html
https://dl.ndl.go.jp/pid/2551487/1/30 (Colección Digital de la Biblioteca Nacional de la Dieta)